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Los secretos del aceite de Tamanu

Publicado el: 10/05/2019 | Categorías: Los diferentes aceites

Menos conocido que el monoi, el aceite de tamanu es también un producto milagroso de la Polinesia. Se trata de un remedio que antiguamente utilizaban los polinesios, pero que ahora es muy apreciado por la industria cosmética.

¿Qué es el aceite de Tamanu?

L'aceite de Tamanu tiene muchos apodos, pero los más comunes son "el aceite sagrado", "el aceite de las mil virtudes" y "el oro verde del Pacífico". Ahora que hemos preparado el terreno, veamos qué es realmente este misterioso aceite..

El aceite de tamanu se utiliza desde hace miles de años en la medicina tradicional polinesia. Al igual que el aceite de monoi, era muy útil para los polinesios. Se trata de un aceite vegetal bastante espeso extraído del fruto de la planta Calophyllum Inophyllum, también llamada Tamanu o Ati por los lugareños.

El color verde del aceite de tamanu varía de claro a oscuro y su aroma a nuez es embriagador. Este precioso elixir no es comestible, pero sus propiedades curativas lo convierten en el producto preferido de los tahu (médicos tradicionales). Al igual que el monoi, el aceite de tamanu se solidifica por debajo de los 25°C.

Las creencias en torno al aceite de Tamanu y su lugar en la civilización moderna

El tamanu era considerado místico y sagrado, dotado de muchos poderes para los polinesios. Este árbol puede alcanzar los 20 metros de altura. Su madera se utilizaba exclusivamente para fabricar objetos religiosos. Según las creencias polinesias, se decía que los dioses dormían la siesta bajo el Tamanu. Pero todos estos mitos se acabaron con la llegada del cristianismo al archipiélago.

Desde entonces, la población local utiliza todo el árbol en su vida cotidiana. La madera maciza sirve para construir piraguas y fabricar diversos objetos. Las mujeres utilizan las hojas para preparar elixires de belleza, y con el fruto se elabora el famoso aceite de Tamanu. El aceite de tamanu se produce casi exclusivamente en la Polinesia Francesa.

El tamanu crecía de forma silvestre. Había bosques enteros en las distintas islas del archipiélago. Pero desde hace algunos años es necesario cultivarlo en plantaciones específicas. Debido a la pérdida de su carácter sagrado y a la creciente demanda de aceite de Tamanu, cada vez es más escaso.

¿Cómo se fabrica el aceite de tamanu?

Para hacer aceite de Tamanu, primero hay que recoger el fruto del árbol. Se trata de una actividad familiar. Los recolectores venden la fruta recogida para complementar sus ingresos. A continuación, se abre el fruto para poder recoger las almendras. Las almendras se dejan secar al sol de forma natural entre 4 y 8 semanas. Esta etapa es necesaria para elaborar el aceite. Las almendras pierden su agua y la transforman en lípidos.

A continuación, se prensan en frío para recoger el aceite. A continuación, el aceite se filtra para eliminar las impurezas. Tras esta etapa, se añade tocoferol natural para estabilizar el oro verde recogido y dar lugar al aceite de Tamanu virgen. No contiene otros aditivos, colorantes ni fragancias adicionales. Por lo tanto, el aceite de Tamanu es natural y vegano.

¿Cuáles son los beneficios del aceite de Tamanu?

Hace unos siglos, el aceite de tamanu era un remedio muy apreciado entre los tahu polinesios. Lo utilizaban en forma de Raau Tahiti, un brebaje medicinal tradicional. Las hojas se utilizaban para curar enfermedades de la piel y problemas oculares. En cuanto a las flores, también las recogían las mamas tahitianas para hacer monoi, cuando las flores de tiaré se reservaban a la nobleza o se hacían más raras.

Según los tahu, la corteza también aliviaba las úlceras. En cuanto al zumo del fruto del Tamanu, era eficaz contra los dolores de cabeza y las hemorroides. Las almendras también tenían el poder de ayudar a curar diversas heridas.

Después, el uso del Tamanu en medicina prácticamente desapareció. Volvió a utilizarse en los años 30 para tratar la lepra. En 1948, el Dr. Jeanson reintrodujo su uso en la medicina occidental. Lo utilizó para tratar diversas heridas.

Tras este "descubrimiento" occidental, el aceite de Tamanu fue objeto de numerosos estudios para determinar sus verdaderas virtudes. Tras varias pruebas, el profesor Jacques Chevalier pudo confirmar que aceleraba la cicatrización de heridas, así como de escaras, quemaduras, gangrenas, injertos, etc.

En la década de 2000 se produjo un gran avance en el estudio del aceite de Tamanu, ya que los investigadores descubrieron que contiene las cumarinas inophyllum B y P, dos moléculas eficaces en la lucha contra el VIH. El aceite de Tamanu también se utiliza en numerosos productos cosméticos (jabones, maquillaje, tratamientos para después del sol, etc.).

Hoy se le atribuyen propiedades analgésicas, antiinflamatorias, antibacterianas y protectoras. También puede aliviar la tendinitis y es eficaz contra el acné. Puede utilizarse puro o diluido con otro aceite vegetal. Pero cuidado, dado el éxito del aceite de Tamanu, circulan por el mercado productos falsificados. Confíe en la etiqueta "Tamanu Original" para estar seguro de comprar aceite puro producido en Tahití.

¿En qué forma debe utilizarse el Tamanu?

Aunque se utiliza principalmente en su forma de aceite natural, el Oro Verde del Pacífico también puede emplearse como bálsamo o jabón. El bálsamo se elabora a partir del aceite, al que se añade un poco de cera para obtener una textura más sólida. El bálsamo de Tamanu tiene, por tanto, menos concentración de principios activos que el propio aceite. Pero tiene la ventaja de ser más práctico. Se acabó el miedo a derramarlo todo. De hecho, es más fácil de transportar y manejar.

El bálsamo es preferible, por ejemplo, para aplicar compresas y para su uso en niños y pieles muy sensibles. Esto se debe a que es menos concentrado y, por tanto, menos potente que el aceite. Para los masajes, en cambio, hay que optar por el aceite, que puede utilizarse puro o diluido.

También elaborado a partir de aceite, el jabón de Tamanu es adecuado para pieles con problemas, así como para pieles sensibles y reactivas. Pero a diferencia del aceite y el bálsamo, que son productos para el cuidado de la piel diseñados para una aplicación específica, el jabón es un producto de uso diario. Es importante señalar que, aunque tienen dosis diferentes, estos tres productos son eficaces.

Recomendaciones de uso y precauciones de empleo

Lo primero que hay que saber es que el aceite sagrado de Tahití no es comestible. Así que tenga cuidado de no ingerirlo y manténgalo fuera del alcance de los niños. También es esencial comprobar su procedencia. Es preferible el aceite de tamanu fabricado en Tahití.

Además, hay que tener cuidado con las dosis. Hay aceites puros, aceites diluidos y aceites mezclados con otros productos. Por eso, antes de utilizar cualquier producto, es imprescindible probarlo con una gotita en el pliegue del codo para ver cómo lo absorbe la piel y evitar irritaciones.

En caso de tratamiento, suele recomendarse utilizar este elixir puro de Tahití como aplicación local durante unas 2 semanas. Para el resto del tratamiento, debe diluirse a la mitad con otro aceite vegetal.

El aceite de tamanu sólo puede ser utilizado por mujeres embarazadas o en periodo de lactancia y por niños menores de tres años si se diluye. Para ello, mezcle entre un 10% y un 20% de aceite puro con el aceite vegetal de su elección (oliva, jojoba, almendras dulces, manteca de karité, etc.). Lo mismo se aplica para su uso como aceite de masaje.

Por último, debido a su efecto sobre la circulación sanguínea, no se recomienda utilizar aceite de Tamanu si se está tomando medicación anticoagulante o anticoagulante.

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