Sal de Tahití

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Sal de Tahití : un tesoro marino con sabores auténticos

Recolectada en las lagunas vírgenes de la Polinesia, la sal de Tahití se distingue por su pureza y riqueza mineral. Secada al sol de forma natural, posee una textura única y un sabor delicado que realza los platos cotidianos. Un ingrediente sencillo y noble, símbolo del vínculo entre el mar y la mesa polinesia.

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Una sal marina excepcional del Pacífico

La sal marina de Tahití se obtiene por evaporación natural del agua de mar en las lagunas de la Polinesia. Este proceso tradicional conserva todos los oligoelementos esenciales: magnesio, calcio y potasio. Su sabor suave y ligeramente yodado evoca la frescura del océano y la generosidad de las islas.

Un ingrediente inspirado en la cocina tahitiana

Tradicionalmente utilizada para sazonar pescados, carnes a la parrilla o verduras tropicales, la sal polinesia realza los sabores sin enmascararlos. Combina de maravilla con recetas locales como el pescado crudo en leche de coco, pero también con preparaciones más modernas que buscan la autenticidad y el equilibrio.

¿Cómo se utiliza la sal de Tahití en la cocina?

Espolvoreada como toque final de un plato, añadida a un adobo o incorporada a una mezcla de especias exóticas, la sal de Tahití aporta un toque de originalidad a todas sus creaciones culinarias. Su textura fina o ligeramente cristalina puede utilizarse para todo, desde el simple condimento hasta la alta cocina.

Una invitación a un viaje culinario

Cada grano de sal de Tahití captura el espíritu del Pacífico: el calor del sol, la pureza de las aguas y la suavidad de la brisa marina. Utilizada a diario, transporta sus papilas gustativas a horizontes lejanos, donde se dan cita la autenticidad, la tradición y un sabor natural.

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