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Mi monoi se ha solidificado. ¿Qué debo hacer?

Publicado el: 13/04/2019 | Categorías: Todo sobre Monoï

El monoi contiene aceite y, como la mayoría de los aceites, se solidifica cuando baja la temperatura. Pero que no cunda el pánico, ¡siempre hay soluciones! Aquí tienes algunos consejos para descongelar tu monoi sin alterar sus propiedades.

¿Por qué cuaja el monoi?

El monoi se obtiene macerando aceite de coco y flores de tiaré. En otras palabras, es esencialmente aceite. ¿Ha visto alguna vez el aceite de coco en invierno? Se solidifica De hecho, en cuanto las temperaturas bajan de 24 grados, el aceite de coco empieza a blanquearse y solidificarse.

Antes de solidificarse por completo, el monoi puede mostrar depósitos blancos en la botella. Está en proceso de solidificación. Dicho esto, que no cunda el pánico. Este fenómeno totalmente normal no afecta en absoluto a las propiedades beneficiosas del monoi. Se trata simplemente de un fenómeno natural que no hace daño.

Un pequeño dato, y no menor: ¡cuanto más se congela tu monoï en invierno, más puro es!

¿Cómo sé si mi monoi está ajustado?

Cuando la temperatura cambie (hacia abajo), el monoi empezará a solidificarse. Como resultado, empezará a mostrar grumos blancos en las paredes de la botella. Su textura será mucho menos aceitosa. Se parecerá más a la mantequilla.

En cuanto la botella se vuelva blanca, puede estar seguro de que el monoi se ha endurecido por completo. Para ver si aún queda un poco de aceite líquido en el centro de la botella, basta con abrirla e intentar verterlo en la mano. Si no sale nada, basta con calentar el aceite para ablandarlo. Pero ten cuidado, no lo hagas de cualquier manera, de lo contrario destruirás los beneficios del monoi.

Consejos para quitar el monoi sin dañarlo

Si lo primero que se te ocurre es meterlo en el microondas, olvídalo enseguida. Podría alterar la composición de tu monoi. Además, si el recipiente es de plástico, podría ser perjudicial si lo calientas demasiado. El aceite podría hervir y derretir el frasco

Aquí tienes un buen consejo que además es el más sencillo. Basta con pasar la botella por agua caliente. Por razones ecológicas y económicas, te recomendamos que metas la botella en la ducha contigo. Así se beneficiará del agua caliente y del calor que desprende la ducha. También puedes utilizar un tarro de cristal lleno de agua caliente (de la ducha, por ejemplo), en el que sumerges el monoi antes de utilizarlo.

También puedes dejar el Monoï encima del radiador del baño en invierno. Así estarás seguro de que seguirá siendo líquido. Si tienes prisa, ¡un secador de pelo puede ser tu mejor amigo!

¿Tienes un bebé en casa? Utiliza su calientabiberones para suavizar tu monoi. Los masajistas profesionales utilizan esta técnica. Además, aplicar aceite caliente en el cuerpo es muy agradable.

Puede haber otras técnicas, como poner el monoi al pie de la cama para que se beneficie de tu calor corporal, envolver la botella en un aislante como plástico de burbujas, una manta, etc., pasar la botella por debajo del agua de cocción de la pasta, dejar la botella en la cocina, encima del horno si cocinas mucho, etc.

¿Cuál es la mejor manera de conservar el monoi?

Las botellas de Monoï tardan mucho en descongelarse en invierno. Para acelerar el proceso de licuación, le recomendamos que lo guarde después de separarlo en varias cantidades pequeñas. Para ello, basta con verterlo en pequeños tarros de nata vacíos que previamente habrás limpiado a fondo. Al ser menor la cantidad, también se reducirá el tiempo de recalentamiento.

Hay otra forma de conservar el monoi: vertiéndolo en un recipiente hermético. Por ejemplo, los tarros pequeños de foie gras son ideales. No dejan entrar el aire, así que no hay olor a oxidación del aceite de coco. La otra ventaja es que durante el invierno no tendrás que removerlo. Basta con sacar la cantidad deseada con una cuchara de madera.

Si puede, mantenga siempre el aceite cerca de una fuente de calor (moderado). Cuanto más tiempo permanezca a temperatura ambiente, menos rápido cuajará. Por tanto, puede dejarlo cerca de una chimenea, un radiador, un calentador de toallas, un horno, etc. Del mismo modo, si vives en zonas muy soleadas (incluso en invierno), deja tu botella detrás de un cristal para que se mantenga en su sitio de forma natural con los rayos de luz.

Para evitar que el monoi desprenda un olor rancio, es aconsejable conservarlo siempre en estado líquido o semilíquido. Aunque sus propiedades no se alteran al pasar del estado sólido al líquido, su fragancia puede "volverse". Por supuesto, seguirá siendo utilizable, pero mucho menos agradable al olfato.

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