- 1 x Colección...10,50 €
- 1 x Aceite...16,90 €
- 1 x Aceite...17,90 €
- 1 x Bomba para...2,50 €
- 1 x Jabonera...7,00 €
- 1 x Gratis -...0,00 €
Ningún producto
Ningún producto
Categorías del Blog
Últimas publicaciones
¿Sabía que monoï significa "aceite perfumado" en polinesio? Se trata de un producto puramente tahitiano, que requiere un saber hacer ancestral muy preciso para obtener un aceite perfumado ideal. He aquí los secretos de la fabricación del monoï.
L'aceite de monoi existe desde hace al menos 2.000 años. Ya entonces, las mujeres fabricaban este preciado aceite para masajear a los bebés, hidratar y proteger su piel y su cabello. A lo largo de los años, aunque los procesos de fabricación hayan cambiado, la receta y el saber hacer han permanecido inalterados.
La receta original es muy sencilla, pero requiere un gran conocimiento de los ingredientes básicos, paciencia y un ojo perspicaz. Las mamás tahitianas solían preparar ellas mismas este beneficioso brebaje. Justo antes del amanecer, recogían cocos germinados (Cocos nucifera) y flores de tiare (Gardenia taitensis) de los lechos de coral. Cuando volvían a casa de madrugada, se ponían manos a la obra. Rallaban los cocos para extraer la pulpa. Al prensarla, obtenían aceite. En este aceite maceraban durante varios días los capullos de la flor de tiaré. Sólo las mamás sabían cuándo estaba lista la decocción. Removían la mezcla a diario para asegurarse de que las fragancias se mezclaban a la perfección. Una vez que el aceite estaba listo, el monoi podía llevar su nombre y encontrar su lugar en la familia.
Hubo un tiempo en que las flores de tiaré estaban reservadas a la nobleza y al rey. Por ello, las mamás solían preparar su monoi con flores de vainilla, frangipani o incluso ylang-ylang para sustituir a la flor del rey.
Hay que decir que, con la exportación de aceite de monoi a todo el mundo, la demanda ha aumentado. La producción ya no podía llevarse a cabo de la forma tradicional. Y fue automatizando ciertas etapas como se encontraron soluciones. Sin embargo, el proceso de producción en sí ha cambiado muy poco, manteniéndose fiel a las recetas de las mamas tahitianas.
Sin embargo, por razones de conservación durante las exportaciones, etc., el aceite de coco ha tenido que ser sustituido por el aceite de copra. Se trata de un aceite obtenido de la semilla de cocos maduros. Se refina para desodorizarlo y facilitar su almacenamiento. Por tanto, pierde muchos de sus nutrientes y parte de su fragancia original, y es menos beneficioso para la piel que el aceite de coco virgen. Ésta es, en sí misma, la única diferencia impuesta por la industrialización del famoso aceite de monoi.
Los cocos utilizados para fabricar aceite de monoi deben partirse en las 48 horas siguientes a su recolección. En esta operación se recoge la famosa almendra (copra) que contiene el coco. A continuación, los granos deben exponerse al sol durante 7 días para que se sequen correctamente.
Una vez que no contienen más de un 10% de humedad, se envían a los molinos de aceite, donde se muelen hasta convertirlas en harina antes de calentarlas a 120°. Es entonces cuando se recoge el aceite de copra, conocido como aceite de primera prensada. Sin embargo, para que pueda almacenarse sin enranciarse, el aceite se refina a continuación. Para ello, se le añaden antioxidantes. A continuación, se maceran las flores (10 por litro como mínimo) durante 10 días. Al final de esta etapa, es necesaria una última filtración para obtener el famoso monoï. A continuación, puede mezclarse con otras fragancias locales según se desee.
El auténtico aceite de monoi suele elaborarse con flores de tiaré. Pero también puede ser perfumado o neutro. De hecho, actualmente se comercializan aceites de monoi con distintas fragancias y denominaciones de origen.
Los olfatos difieren de un país a otro. Por eso los tahitianos han variado las fragancias de su monoi para atraer al mayor número de personas posible. Esto no significa que se haya alterado la receta original, sino todo lo contrario. Algunas mamás también utilizaban este truco cuando las flores de tiaré estaban prohibidas o escaseaban. En este sentido, permite diversificar los aromas y variar los placeres.
En otras palabras, la receta es siempre natural. Puede encontrar Monoï con coco, vainilla, flor de frangipani, ylang-ylang, etc., todos con la misma denominación de origen.
En cualquier lugar del mundo, es posible que pueda elaborar su propio aceite de monoi. Sin embargo, nunca será idéntico al auténtico, ya que requiere productos frescos. Pero lo divertido sigue siendo elaborar productos caseros... Aquí te explicamos cómo.
Es mejor intentarlo en verano, cuando el aceite de coco está líquido. Si no vives en una zona donde sea fácil conseguir cocos, puedes utilizar directamente aceite de coco virgen. A continuación, tendrás que comprar algunas flores de Tiare en capullo para macerarlas. Al cabo de unos diez días, ¡podrás cubrirte de monoi casero!