Los polinesios sienten una especial devoción por este aceite, que utilizan desde la más tierna infancia y asocian a todas sus ceremonias. De hecho, monoï significa "aceite sagrado". Tanto si se utiliza para masajes como para el cuidado de la piel o del cuerpo en general, sus numerosas virtudes no necesitan más pruebas.
El Monoï puede utilizarse para una amplia gama de beneficios: cuidados de belleza, hidratación, cuidado del cabello, rutina diaria.
Su suave y hechizante perfume de Tiaré es una auténtica delicia Se sentirá transportada al paraíso.
Sin conservantes ni parabenos, este monoï puro no es alergénico, por lo que puede ser utilizado por todo tipo de pieles.
USO :
Cuidado de la piel: El Monoï Puro de Tahití hidrata y suaviza la piel. Rico en ácidos grasos, ayuda a formar una micropelícula protectora sobre la piel para combatir las agresiones externas. Como antioxidante, el Monoï protege su piel y previene el envejecimiento cutáneo.
Cuidado capilar: Fortalece el cabello gracias a su hidratación, que ejerce una acción "envolvente" sobre la fibra capilar. Las escamas del cabello se tensan, reduciendo la aparición del encrespamiento y embelleciendo el cabello. Se recomienda aplicar una vez a la semana antes del champú, insistiendo en las puntas. Dejar actuar durante 3 horas o toda la noche y, a continuación, lavar el cabello con un champú suave.
Cuidado para después del sol: el Monoï alivia las rojeces y la sensación de quemazón provocadas por las quemaduras solares. Sus propiedades emolientes evitan la descamación de las capas superficiales de la epidermis.
COMPTOIR DES MONOÏ :
Esta marca nació de la experiencia de dos hermanos farmacéuticos que sienten un amor especial por la biodiversidad polinesia. Con más de 20 años de experiencia, los productos están formulados con los mejores ingredientes de la cuenca polinesia y respetan tu cuerpo.
PRECAUCIÓN :
El monoï sólo puede aplicarse externamente sobre la piel.
Algunas personas utilizan el monoi como acelerador del bronceado, pero este producto no tiene filtros solares y, por lo tanto, no protege contra los rayos UVA y UVB. Por ello, le aconsejamos que utilice un producto de protección solar con un factor de protección adecuado a su tipo de piel.
Se desaconseja la exposición al sol cuando hace calor, sobre todo a los niños y las mujeres embarazadas.